sábado, 22 de mayo de 2010

A la espera de ser una mujer



Ibarra. "Estaba atrapada en algo que no era mío", dice Rubí Andrade, una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.
Espera que se cambie el tipo sexo Masculino (M) que consta actualmente en su cédula de ciudadanía por el de Femenino (F).
Y podría lograrlo, ya que una resolución de la Defensoría del Pueblo de Imbabura exhorta a la Dirección Nacional del Registro Civil a que cambio los datos de Rubí, tanto en el nombre como en el sexo.
El actual nombre que consta en la cédula de Rubí es Ruddy, nombre que escogió en reemplazo de la identidad de hombre que tenía y que prefiere olvidar porque dice que lo ha enterrado en el pasado.
Si la resolución se cumple, Rubí (nombre que adoptará con el cambio en su cédula) se convertiría en la segunda transexual ecuatoriana en cambiar el sexo de su cédula, y la primera imbabureña, aún sin haberse operado.
"Es algo ilógico que aparezcamos como figuras femeninas, con nombres femeninos y sigamos teniendo una identidad masculina; es algo absurdo; tal es el caso de que seguimos haciendo una fila de hombres para poder dar el voto; para nosotros es una humillación más", enfatiza.
"Una transexual nace; nuestro cerebro es femenino y no acepta el cuerpo que tenemos, a tal punto que llegamos a detestar las manifestaciones masculinas biológicas, sexuales y de todo tipo", explicó Rubí.

Rubí tiene 33 años de edad. Nació en Atuntaqui. A los 25 años decidió revelar a su familia lo que pasaba; al principio se tomó como un cambio duro, pero ahora el apoyo es total.
Preparación. Rubí siempre se destacó en los estudios; estuvo en la escuela Dos de Marzo y en el colegio Abelardo Moncayo.
Sufrió discriminación con la ola de burlas, humillaciones físicas, acoso y apodos de los que fue víctima. Pero asegura que logró superarlos gracias a la fe en Dios, al que considera el motor de su vida.
Se graduó en la Universidad Técnica del Norte como contadora pública autorizada, cuando aún tenía la identidad de hombre.
Actualmente estudia su segunda carrera de Derecho, en la Uniandes, como mujer, a través de la que espera más justicia.
Trabaja en el Centro de Capacitación Imbabura, en Otavalo, como instructora de Contabilidad y Computación. También es contadora en una fábrica.
Al momento Rubí no se ha realizado ningún tipo de cirugías, solo cumple tratamientos hormonales, que también son costosos.
Ella dice que no se siente incómoda al no ser completamente una mujer. "Aprendemos a aceptarnos; por eso es que tenemos un certificado psicológico que avaliza nuestra condición", explicó.
Rubí explica que el impedimento para realizarse una cirugía de vaginoplastia, es el factor económico, pues en el país este tipo de operaciones bordea los 15 mil dólares.
La lucha sigue. Su lucha sigue a través del grupo Trans del Ecuador, en el que se busca el respeto y la defensa de los derechos .
Pero, en Imbabura, ha luchado sola y afirma que aún vivimos en una sociedad "hipócrita".
Al momento realizan diversas campañas para combatir la discriminación y fortalecer el respeto a los derechos.


Sobre matrimonio. Si Rubí logra cambiar su sexo en el documento de identidad, no tendrá obstáculo para contraer matrimonio, aunque por el momento este tema todavía no está en sus planes.
Tiene un novio desde hace un año, afirma que él la apoya en todo y le ha aconsejado que siga adelante y no decaiga. También estaría amparada a los derechos de una mujer biológica, por lo que no descarta una adopción, aunque por el momento prefiere esperar.
Su meta. Su aspiración en la vida es que se respeten sus derechos; "Llegar a ser la mujer que siempre quise, luchar por las futuras generaciones; lograr que se establezca la igualdad, el respeto la tolerancia..."
"La Constitución actual es una de las pocas que ampara las uniones de hecho y lo que es identidad y género; algo que no se tomaba en cuenta en la Constitución de 1998", manifestó. Considera que no ha tenido fracasos ni temores en su vida. "Sé que se hará justicia; es hora de que todo marche bien..." "Esta es una lucha de valientes", finalizó.
Resoluciones de la Defensoría del Pueblo de Imbabura

LA COMISIÓN PROVINCIAL DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO EN IMBABURA. EL 24 de junio de 2009 resolvió exhortar al Director Nacional del Registro Civil Identificación y Cedulación que se proceda con el cambio de nombres de Ruddy por Cristina Rubí y, del sexo masculino al femenino. Sin embargo, esta resolución no fue acatada por la entidad debido a que se aplicó la ley del organismo a la que, el comisionado de la Defensoría del Pueblo de Imbabura, Juan Marcelo Figueroa considera "obsoleta y que está contra la Constitución".
La resolución de Figueroa se basa en la Constitución, que en el artículo 11, numeral 2, entre otros aspectos, establece que "Todas las personas son iguales y gozan de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia...sexo, identidad de género...orientación sexual... ni cualquier otra distinción".

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